domingo, 21 de febrero de 2021

No puedo creer que tú no creas

 20 feb 2021 

viernes, 12 de febrero de 2021

¿Qué son los cafés filosóficos?

Una nueva forma, de origen francés, de practicar la filosofía, fuera de los “muros” de las aulas, en los cafés, en los bares, en las bibliotecas, los centros cívicos y las asociaciones, las terrazas e incluso las calles (o virtualmente); pretende de una u otra forma acercar la filosofía al hombre de la calle y devolverla al lugar de donde había surgido, al ágora y a la plaza pública.

Un Café Filosófico es un debate organizado en un lugar público por excelencia. Su objetivo es establecer un intercambio filosófico en el transcurso del cual cada uno pueda hacer uso de la palabra. Se trata entonces de inducir «momentos filosóficos», es decir, de pasar de la opinión al pensamiento, de esclarecer conceptos en común, de decodificar cuestiones de sentido, bajo la forma de una investigación colectiva entorno a un asunto.


jueves, 11 de febrero de 2021

Los Cafés Filosóficos

 por Oscar Brenifier

Traducción Mercedes García Márquez

En 1992, Marc Sautet, profesor de filosofía en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de París, durante una entrevista en la radio, contó como algo anecdótico que se reunía con unos amigos para filosofar cada domingo por la mañana en un café de la plaza de la Bastilla, en París. Cuál sería su sorpresa el domingo siguiente, cuando comprobó cómo acudían numerosas personas, deseosas de participar en ese tipo de discusiones informales. Semana tras semana, el número de asistentes iba en aumento, por lo que se hizo necesario buscar algunas reglas básicas de funcionamiento, con el fin de que este tipo de aglomeraciones no se transformase en una algarabía cacofónica. El café filosófico había nacido. Desde 1995, otras dos o tres experiencias, motivadas por iniciativas personales más o menos calcadas de la primera, vieron la luz en la capital francesa. Fue entonces cuando la prensa comenzó a prestar atención al fenómeno, lo que suscitó poco a poco numerosas vocaciones espontáneas, hasta llegar a la situación actual.

 

El principio de creación de los diversos cafés filosóficos descansa generalmente sobre la iniciativa de un individuo, ya sea porque (1) éste ha participado previamente en una actividad de este tipo durante una estancia en París o en otro lugar, o (2) porque no existe ninguna actividad de este tipo en su región, o simplemente (3) porque siente el deseo de ponerse él mismo manos a la obra, o incluso (4) porque ha escuchado hablar de este tipo de eventos en la televisión o en la prensa y ha decidido probar suerte. Los organizadores de este tipo de debates son, en la mayoría de los casos, personas que sienten una vocación de tipo intelectual y también una vocación de tipo social. Algunas iniciativas más estructuradas, vinculadas fundamentalmente a localidades o a municipios de tamaño mediano o pequeño, se han lanzado igualmente a promover estas actividades, comprometiendo a un “animador” -generalmente un profesor de filosofía- para arbitrar las discusiones....

Espíritu y funcionamiento del café filosófico

Las reglas generales del café filosófico, ésas que se encuentran prácticamente en todos los lugares que ostentan ese mismo nombre, son extremadamente simples y limitadas en número. (1) Cada persona hablará cuando sea su turno, levantando la mano para pedir la vez; turnos que serán concedidos por el animador del café según un orden definido, aproximadamente, según el momento de la petición. (2) Está terminantemente prohibido interrumpir a quien esté haciendo uso del turno de palabra. Únicamente el organizador podrá limitar el tiempo de los discursos, o volver a centrar el desarrollo del debate, o explicar una proposición demasiado enrevesada, etc. Pero lo que nunca debería hacer es intentar usar su posición de autoridad relativa que le ha sido concedida por el grupo para imponer cualquier tipo de visión personal. El más mínimo intento de ostentación de la verdad por parte del animador le perjudicaría y desacreditar. Desde luego que tiene derecho a una cierta subjetividad, pero su función debe ser primordialmente la de un árbitro, y en todo momento deberá dar pruebas de una gran capacidad de escucha y de análisis. Por muy elementales que sean estas reglas, constituyen un verdadero desafío con respecto al modo habitual de diálogo que se practica habitualmente en Francia. No hay más que escuchar los debates políticos o culturales de la televisión o de la radio para darse cuenta de ello. Incluso aquellos artículos de revistas que cuestionaban la naturaleza filosófica de estos debates de café, reconocen en su mayoría el éxito de éstos en cuanto al respeto al otro y a la tolerancia manifestada en este tipo de intercambios. Lo que demuestra ya de por sí una excelente práctica de educación cívica.

 

 FUENTE: 

https://www.pratiques-philosophiques.com/esp/textos/14-consulta-filosofica-dificultades-2 


miércoles, 10 de febrero de 2021

LA FILOSOFÍA COMO MODO DE VIDA

" La filosofía antigua propone al hombre un arte de vivir, al contrario que la moderna, que aboga en primer lugar por la construcción de un lenguaje técnico reservado a especialistas." 

Pierre Hadot, Ejercicios espirituales y filosofía antigua


¿Qué es la filosofía como modo de vida en la filosofía clásica? 

Pierre Hadot dedicó buena parte de su obra a mostrar que la filosofía en la Antigüedad debe entenderse no sólo como un discurso teórico sino también como un modo de vida1 y que, incluso, este modo de vida representaba lo más importante para los filósofos antiguos. “La Antigüedad entiende la filosofía como un ejercicio a practicar constantemente; invita a concentrarse en cada instante de la existencia, a tomar consciencia del infinito valor del momento presente siempre que uno lo sitúe en una perspectiva cósmica”. Esta perspectiva cósmica implica que el filósofo antiguo buscaba situarse a sí mismo y a sus contemporáneos en una relación concreta y efectiva con la naturaleza en vista de un mejoramiento personal. Hadot argumenta que 

"podemos lograr una conciencia cósmica que nos eleva por encima de las pequeñas preocupaciones de nuestras vidas individualistas y nos hace conscientes de que somos partes del todo. Este objetivo final es equivalente a la felicidad, en el sentido dado a este concepto en la filosofía helenística: liberarse de la ansiedad, la angustia, las preocupaciones y la desesperación." 

Para Hadot la filosofía se comprende en dos modalidades. Por un lado, el discurso filosófico que Hadot entiende como la forma en que se divulgaban las diferentes doctrinas y se hacían explícitos los supuestos teóricos de cada postura. La segunda como modo de vida que constituían ante todo el arte de vivir, esto es un compromiso vital, una toma de postura a partir de las reflexiones generadas en el discurso filosófico. El contenido teórico era “incapaz de expresar lo que es esencial: para Platón, las formas, el bien, es decir, lo que se experimenta, de una manera no discursiva, en el deseo y en el diálogo”... 

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La filosofía no es el medio para conseguir algo, sino la actividad misma que construye y vertebra nuestro vivir

 ¿La filosofía sirve para algo? Me refiero al concepto más práctico de utilidad… ¿Debe servir para algo? ¿Nos puede ayudar en nuestra vida diaria?

¿Para qué sirve la vida? ¿Para qué sirve vivir? ¿Para qué sirve pensar la vida? ¿Para qué sirve afanarse por buscar respuestas a preguntas que carecen de ellas? La vida simplemente se vive. Y, por más sentidos que queramos darle, no podemos asignarle una utilidad. No hay para qué. De hecho en realidad no existe algo así como “la vida” entendida como algo estático y carente de movimiento y actividad: la vida es aquello que vivimos, es el proceso mismo de vivir. No podemos hablar desde otro sitio convirtiéndola en un “objeto” ajeno a nosotros mismos y a nuestras experiencias: cuando la pensamos, la sentimos, la juzgamos es siempre desde ella misma. Y así buscamos un sentido o le damos un sentido a aquello que parece no tenerlo en “nuestra vida viviendo” y que “nos sirve” a nosotros para orientarnos en nuestra existencia.

Con la filosofía pasa algo parecido. Está ya en la vida diaria como está la vida misma. Somos eminentemente seres reflexivos. La pregunta por la utilidad de la filosofía y por si “sirve para algo” es engañosa porque enfoca la atención en “servir” y desplaza a la filosofía a un ámbito que no le corresponde, como si fuera más parecida a la “física” o al “derecho” que a la vida, como si la filosofía se agotara en su ámbito de conocimiento o estudio, como si fuera un “objeto” de una totalidad más compleja dentro de lo “académico” que puede ser “aplicado” o no a la sociedad, pero lo cierto es que a la filosofía le sucede como a la vida… que es una actividad que acompaña nuestro vivir. Está ya en nuestra vida.

La filosofía no es el medio para conseguir algo, sino la actividad misma que construye y vertebra nuestro vivir y que nos permite dotarla con el sentido que queramos darle cuestionando todo aquello que nos venga dado. Cómo vivamos está relacionado al “uso” que le demos a cómo pensamos y a la profundidad de nuestra reflexión. En este “uso” la filosofía nos permite construir nuestra vida con mayor libertad y conocimiento. La filosofía es entonces la pasión de la vida “examinada” que desvela creencias, señala problemas, desarma sistemas y, lo que es apasionante, puede transformar el mundo, dinamitarlo, cambiarlo. La buena filosofía lo que debe hacer es… incordiar (o, dicho con Hegel, no debe ser edificante). Es la pasión por la pregunta, por el cuestionamiento, por ver otros modos de entender lo que sucede, de desmantelar lo dado, proponer algo distinto y hacer de la vida algo por lo que merece la pena vivir y luchar. Porque la vida es nuestra, que no se nos olvide. Y solo tenemos una: esta. La vida es profunda cuando se piensa e intensa cuando se siente. Y la filosofía aúna ambas cosas: profundidad e intensidad. Muestra la profundidad y la complejidad de la vida, pero al mismo tiempo, la muestra asociada directamente a la emoción de estar, de ser, de vivir esperanzado o desesperanzado, pero vivir no dando nada por supuesto y viviendo con los demás.

Entrevista completa de Ana Carrasco en: filosofía & co.

jueves, 4 de febrero de 2021

ESTE ES EL BIEN MÁS ALTO SEGÚN SPINOZA: LA UNIÓN ENTRE LA MENTE Y LA TOTALIDAD DE LA NATURALEZA

 POR:POR: PIJAMASURF - 10/29/2020 

SPINOZA SEÑALA QUE EL BIEN MÁS ALTO AL QUE PODEMOS ASPIRAR ES A UNIR NUESTRA MENTE CON EL UNIVERSO.

Baruch Spinoza, indudablemente uno de los filósofos más importantes de la historia del pensamiento occidental, está gozando una especie de renacimientoEsto se debe seguramente a que Spinoza congenia con el pensamiento científico e, interesantemente, también con el pensamiento ecológico. Ante la crisis de sentido, la crisis climática y la crítica de las grandes religiones, la religión de la naturaleza o la exaltación del mundo natural parecen capaces de proveer sentido y pertenencia, son ideas que cobran fuerza y se revelan como esa preferencia creciente identificada como "espirituales pero no religiosos".

Más allá de que esta clasificación es problemática y se podría argumentar que contradictoria, hay claramente una tendencia a buscar una espiritualidad personal, libre de las instituciones, la cual se exhibe fundamentalmente en un deseo de tener experiencias significativas que tienen que ver con la naturaleza, ya sea experimentando con plantas psicoactivas, a través de la contemplación estética o a través de la acción política (especialmente en lo referente al problema climático) en la que el mundo se vuelve la polis y la interdependencia cobra una especie de valor ético y espiritual.

Spinoza es conocido sobre todo por identificar la naturaleza con Dios, un paso que para algunos lo acercó al ateísmo, pero que es primero entendido como un panteísmo, donde todo es Dios. El Dios de Spinoza es concebido como una sustancia con infinitos atributos, dos de los cuales nos son conocidos, la materia y la mente, dos aspectos de la sustancia única.

Esta identificación de la mente con la materia es muy atractiva en la filosofía y en la ciencia actualmente. Spinoza es una de las fuentes esenciales de un importante movimiento en el estudio de la conciencia que se inclina a una visión panpsiquista, que sostiene que la conciencia es una propiedad fundamental de la materia. Esta visión puede ubicarse dentro de los límites del materialismo, corriente en la cual algunos ubican al mismo Spinoza, aunque esto puede ser disputado, pues Spinoza no sostiene que la materia es el fundamento de toda la realidad, es un monista de sustancia e igualmente puede leerse cercano al monismo de religiones como el vedanta. Por otro lado, Spinoza señala que el principio mental es eterno: aunque la existencia individual no persiste después de la muerte, la mente alcanza un entendimiento que es eterno. La mente humana, explica en su Ética, "es parte del infinito intelecto de Dios"; y agrega: "El verdadero entendimiento no puede perecer, pues en sí mismo no tiene causa para destruirse".

El pensamiento de Spinoza ha sido especialmente atractivo para algunos científicos que consideran que el universo es determinístico. El Dios de Spinoza, con el cual Einstein llegó a identificarse, no es un Dios que "juega a los dados" y tampoco es un Dios que interviene en la Creación con milagros o castigos, sino más bien una suerte de entidad por encima de un universo en donde todo esta circunscrito por leyes, por una divina necesidad. Spinoza es, en cierta manera, la cumbre del racionalismo.

En su Tratado sobre el mejoramiento del entendimiento, escrito en 1656, Spinoza explica lo que es el bien más alto. Primero, el filósofo observa que aquello que llamamos "bueno o malo" tiene una cierta cualidad relativa, pero entiende que el ser humano tiene razones para designar como bueno aquello que lo lleva a la "perfección", que es una conformidad con el orden eterno. El cosmos de Spinoza se caracteriza por ser una especie de máquina u organismo perfectamente aceitado, "maravillosamente arreglado" (según Einstein), que sigue leyes que encarnan principios eternos. Spinoza puntualiza que el más alto bien consiste "en el conocimiento de la unión entre la mente y la totalidad de la naturaleza". Esta es la unidad entre el pensamiento y la extensión, unidad de los atributos de la sustancia divina. Se trata de una unión intelectual, pero Spinoza habla de esto en términos eróticos: "el amor intelectual de la mente hacia Dios es parte del amor infinito con el que Dios se ama a sí mismo". Al mismo tiempo, ya que no hay diferencia última entre el cuerpo y la mente, es una unión física, que se expresa como amor. Esta unión se entiende, señala, a través de su acción en el cuerpo, "en el que vemos cómo a través del conocimiento y el sentimiento de cosas corporales, surgen en nosotros todos los efectos de estar constantemente volviéndonos conscientes del cuerpo, por medio de los espíritus [vitales]".   

Spinoza dice que todos los esfuerzos del intelecto y de la educación misma deben ponerse al servicio de esta unión con la totalidad de la naturaleza que es, al mismo tiempo, la unión con Dios. Enfatiza la importancia de una "filosofía moral", pero siempre está presente la noción de "cuerpo-mente" y resalta la importancia de la salud física para hacer esto. Sin embargo, lo principal es "un medio desarrollado para mejorar el entendimiento y purificarlo". En este sentido hay una forma de imitatio dei, de hacerse como Dios a través de la pureza del pensamiento, que es sustancia eterna e infinita. 

¿En qué consiste esa unión con la totalidad de la naturaleza para el ser humano que existe en la Tierra? Como ya vimos, hay un principio erótico, una relación de admiración y deseo para con la divinidad, aunque esto es motivado y ejecutado por un "amor intelectual". En este sentido, Spinoza quizá se aleja de lo que vemos en las muestras modernas de espiritualidad que tienden a una cierta devoción de la naturaleza y que buscan una experiencia integral de conexión con algo vivo. Y es entendible, pues como criticaron Heidegger y otros, un Dios que es meramente leyes e intelecto no genera naturalmente que alguien se "arrodille" o  baile en éxtasis. El Dios racional de Spinoza difícilmente sabe bailar. Y, sin embargo, hay una forma de conciliar esto, y ciertamente Nietzsche puede concebirse en diálogo fecundo con Spinoza. 

Unirse a la totalidad de la naturaleza es unirse a la necesidad, a los procesos vitales, energéticos del mundo, a la masa de poder que se manifiesta, con aceptación y reverencia. Una identificación en el corazón de la materia, que admite aun el sí del espíritu, incluso aunque este sí, esta aparente libertad, sólo sea para hacerse a un lado, para dejarse atravesar y anonadar por la luz de "Aquel que es todas sus estrellas". 

martes, 2 de febrero de 2021

AL OBSERVAR EL UNIVERSO EN EL PRESENTE SE CREA EL PASADO, SEGÚN STEPHEN HAWKING

 POR: ALEJANDRO MARTÍNEZ GALLARDO - 02/08/2017

UNA DE LAS TEORÍAS MÁS FASCINANTES EN TIEMPOS RECIENTES SUGIERE QUE EL UNIVERSO NO TIENE UNA HISTORIA OBJETIVA, SINO QUE EL PASADO EMERGE A TRAVÉS DE LA OBSERVACIÓN PARA ACONDICIONAR UN COSMOS COMO EL QUE TENEMOS, EN DONDE LA VIDA INTELIGENTE ES INEVITABLE

Hace 10 años Stephen Hawking y el joven físico belga Thomas Hertog publicaron un trabajo científico en el que postulan que el pasado no existe independientemente del presente o de la observación que hacemos en este momento. Hawking y Hertog invirtieron el orden usual en el que se estudian los fenómenos —de abajo hacia arriba o desde el principio hasta el final— proponiendo que un método top-down —de arriba hacia abajo— es más adecuado para entender el delicado balance que ha hecho posible el surgimiento de la vida en el universo, lo que a veces se conoce como el principio antrópico. 

La física teórica que sustenta esta visión de dos de los más destacados físicos contemporáneos es bastante complicada, pero contamos con un TED Talk donde Hertog hace una versión simplificada de la teoría, así como también diversos comentarios en revistas de divulgación. Asimismo, el paper de Hertog y Hawking, titulado "Populating the Landscape a Top Down Approach" contiene un abstract y una conclusión que explican esto sin recurrir a abstrusas matemáticas, si bien para una comprensión cabal de la teoría es necesario conocer las matemáticas de la física moderna.

Hertog hace una introducción a su visión de cómo es nuestra vida en un multiverso remontándose a la teoría del Big Bang de Lemaitre. Un punto importante es que la teoría del Big Bang no explica cómo se produjo el universo, sólo cómo evolucionó una vez que ya había empezado. No podemos observar la creación, por así decirlo, solamente inferir el inicio a partir de un proceso inflacionario. La física del Big Bang yace más allá de la ciencia; además, estudiando el delicado balance de las constantes del universo, pareciera que el universo hubiera sido diseñado expresamente para que se generara vida inteligente. Esto evidentemente no es algo que deje muy cómodos a los físicos. Por ello se han ideado teorías como la teoría de cuerdas y de los múltiples mundos, las cuales podrían explicar este delicado balance en las leyes del universo, también llamado fine-tuning o principio antrópico (antrópico porque pareciera que todo en el universo está hecho para permitir la evolución de vida inteligente como la humana).

La teoría de cuerdas mantiene que existen dimensiones ocultas además de las tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal; estas dimensiones, que son sumamente pequeñas y por lo tanto difíciles de observar, son las que determinan las leyes de la física. La forma de estas dimensiones —generalmente se cree que son seis— determina las leyes de la física de las dimensiones visibles —cada “cuerda” vibra a una frecuencia resonante que hace que emerja a la existencia cierto tipo de partícula. Estas dimensiones ocultas pueden tener formas diferentes y por lo tanto producen una serie de diferentes universos ensamblados que contienen diferentes leyes físicas y los cuales en teoría existen simultáneamente. Con esto se puede explicar el principio antrópico sin la necesidad de un diseñador: existen una multiplicidad de universos, pero nosotros sólo experimentamos uno; en la teoría de Hawking y Hertog esto ocurre a partir de las observaciones que hacemos. Dice Hertog:

Puedes pensar en esta realidad cuántica com si fuera un árbol. Las ramas representan todos los universos posibles (y nosotros somos parte de ese árbol). Nuestras observaciones seleccionan ciertas ramas, y así dan significado o dan realidad a nuestro pasado en el mundo cuántico… La teoría cuántica indica que no somos sólo escoria química. La vida y el cosmos son una síntesis y nuestras observaciones ahora, de hecho, dan realidad a sus primeros momentos.

Aquí Hertog parece acercarse a la noción de John A. Wheeler sobre el universo participativo, la idea de que el universo emerge de manera interdependiente a las observaciones e interrogaciones que hacemos sobre lo que es el universo:

Es un error pensar en el pasado como ‘ya existiendo’ a todo detalle. El ‘pasado’ es teoría. El pasado no tiene existencia excepto cómo es registrado en el presente. Al decidir qué preguntas postula nuestro aparato de registro cuántico en el presente tenemos una innegable elección sobre aquello que podemos decir sobre el ‘pasado'.

Alan Wallace comenta sobre esta cita de Wheeler, tomada de su obra Quantum Theory and Measurement, “Por ejemplo, los sistemas de medición usados por los cosmólogos aquí y ahora cumplen un papel central en dar lugar a lo que aparenta haber ocurrido en la temprana evolución del universo”. Wallace ve en esto una similitud con la filosofía madhyamika del maestro budista Nagarjuna, la cual sostiene que todos los fenómenos son interdependientes y que ni el pasado ni el presente ni el futuro tienen una existencia inherente, lo cual sugiere que “pueden afectarse entre sí, en relación al marco cognitivo de referencia del cual son designados”. Hay que mencionar que esta causalidad multidireccional no es algo prohibitivo en las leyes de la física actual y de hecho el aparente flujo de la flecha del tiempo del pasado al futuro no está implícito ni en la relatividad de Einstein ni en la mecánica cuántica.

Regresando a la teoría de Hawking y Hertog, el físico belga sostiene que si bien la teoría de cuerdas permite “la existencia de una inimaginable multitud de universos además del nuestro”, no provee un criterio de selección entre estos universos y por lo tanto una explicación de por qué nuestro universo es de esta forma y no de otra. Algo que si provee su acercamiento de arriba abajo. 

En la teoría de Hawking y Hertog, como ocurre con los historiadores o con los conquistadores, reescribimos la historia al observar el universo. Así la pregunta por el inicio del universo deja de ser relevante. No hay un inicio sino todos los inicios como posibilidad (no como realidad concreta) y por lo tanto no hay una historia objetiva del universo. Si queremos pensar en un “inicio del universo” debemos pensar en una superposición de múltiples condiciones iniciales (esto es, universos con distintas leyes), de los cuales sólo una pequeña fracción contribuyeron al universo que experimentamos hoy en día. Inevitablemente el universo ajusta delicadamente sus constantes físicas para dar lugar a nosotros y al cosmos que conocemos; esto ocurre debido a que nuestro universo actual selecciona sólo las historias pasadas que lo llevan a las condiciones presentes. 

Con este método de arriba abajo se evita “una agencia externa” o una “inflación eterna”. El universo se convierte en una suma de todas las posibles historias, las cuales van siendo seleccionadas, como ramas de un árbol que se van bifurcando y en la bifurcación son también automáticamente podadas. 

En su libro The Grand Design, Hawking sostiene que somos máquinas biológicas que siguen leyes físicas determinadas, por lo que no tenemos realmente libre albedrío. Dejaremos esta discusión para otra ocasión, sólo levantando la cuestión sobre un determinismo que no existe en el pasado sino un determinismo hacia el cual avanzamos, acaso com el Punto Omega de Teilhard de Chardin o el concepto de los extraños atractores, algo así como el monolito de Arthur C. Clarke que imanta nuestra evolución. 

Este fenómeno de observación participativa que selecciona el pasado para llegar a nosotros no es algo completamente alejado de la realidad observable. Podría tener un paralelo en el famoso experimento de la doble rendija de la mecánica cuántica, en el cual la luz se comporta como una onda o una partícula según la medición. Parafraseando la explicación de Phillip Ball:  Si no medimos a dónde se fue un fotón entonces vemos un patrón de interferencia cuando la partícula emerge del otro lado, lo cual refleja la naturaleza de onda. Pero si colocamos un detector en las rendijas, entonces el patrón de interferencia desaparece y las partículas aparecen de manera granular, ya no como ondas. Pero podemos hacer el experimento de tal forma que sólo detectemos la rendija por la cual pasó una partícula después de que lo haya hecho. En este caso tampoco vemos interferencia. Lo cual alza la pregunta de ¿cómo "sabe" la partícula que será detectada después de pasar a través de una pantalla, de tal forma que cuando llega a una rendija "sabe" si cruzar ambas rendijas (onda) o sólo una (partícula)? Y, ¿cómo puede la medición posterior afectar el comportamiento pasado? John Wheeler sugirió que quizás los fotones no "saben" realmente qué trayectoria tomar sino que podrían simplemente no existir físicamente hasta que los observamos (nosotros asumimos que tienen una existencia física objetiva). De nuevo, sería el acto de observación el que afectaría el pasado.  

“Las historias del universo dependen de la precisa cuestión que se postula”, dicen Hertog y Hawking. Alan Wallace sugiere que tenemos el universo que tenemos, con ciertos paradigmas, porque lo limitamos con ciertas preguntas. “¿No es acaso nuestra perspectiva de la evolución del universo en su totalidad un reflejo, o una proyección, de la evolución de la interrogación científica europea de la naturaleza del mundo en la era moderna?”. 

Suponiendo que esto ocurre constantemente a nivel cuántico, quedaría por ver hasta qué punto podemos incorporar esta selección de manera consciente a nuestra vida (algo así como el paso de lo cuántico a la relatividad general). Alan Wallace sugiere que en cierta forma esto es lo que hace el budismo tántrico vajrayana, en el que se toma la fruición como sendero. Es decir, la noción de que finalmente todos somos budas es tomada ya no como un potencial, sino como una realidad presente: la semilla es vista ya como la fruta. “Esto significa que, mientras que uno es todavía un ser sensible no-iluminado, uno cultiva el ‘orgullo divino’ de considerarse a uno mismo como un buda sobre la base del buda que uno será en el futuro”. Asimismo, los practicantes del “vehículo diamante” practican la transformación de la percepción en una visión pura, que emula la percepción de un buda, para quien todo siempre ha estado iluminado. “De esta forma, uno utiliza el poder transformativo de la propia iluminación futura en el momento presente, con el entendimiento de que el futuro no es inherentemente real ni está separado del presente… así uno permite que el futuro influya en el presente”. Thomas Hertog terminó su charla en TED sugiriendo que "existe un enorme potencial de complejidad e inteligencia para evolucionar". ¿De dónde emerge ese "potencial"? ¿Ese potencial, como en el budismo vajrayana, es de hecho nuestro futuro (nuestra realidad última) visto sólo como semilla o tendencia de una manera compartimentalizada? Tal vez el libre albedrío, como cree Hawking, es una ilusión, pero seguramente entonces también lo es el tiempo. Y esta distinción entre el pasado, el presente y el futuro quizás sólo sea una persistente convención de nuestro lenguaje, de nuestra forma de interrogar el universo que se reifica dando lugar a un mundo fragmentario con una aparente causalidad unidireccional. El futuro puede influir en el presente o el presente en el pasado porque no existen inherentemente, son inseparables... Lo único que podemos afirmar que existe realmente es este momento y por lo tanto este momento debe de contener todos los otros momentos. 

 

Twitter del autor: @alepholo

Con información de:

arxiv.org/pdf/hep-th/0602091.pdf

http://www.alanwallace.org/buddhistviewoffreewill.pdf

http://www.nature.com/news/2006/060619/full/news060619-6.html

http://www.bbc.com/earth/story/20160708-the-past-is-not-set-in-stone-so-we-may-be-able-to-change-it      

PUBLICADO EN: pijamasurf

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